“Cambia lo superficial, cambia también lo profundo, cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo”, cantaba Mercedes Sosa. Y con el avance de la tecnología, cada día cambia todo más rápido. Lo que hoy es novedad, mañana está obsoleto. Eso tiene sus ventajas y sus retos.
La educación constante se ha convertido en los últimos años en una necesidad. Una licenciatura y una maestría ya no te aseguran un buen futuro laboral, por lo que no se puede parar de aprender y de estar al día con todas las novedades que no dejan de surgir.
La gran ventaja, es que la tecnología permite ahora estudiar desde cualquier parte del mundo con una computadora y una conexión a internet. Hay que estar siempre al día, pero cada vez hay más opciones y posibilidades para formarse. Pero como empresa, tienes cada día más competencia y por tanto, tendrás que destacarte en tus contenidos para que los estudiantes se decidan por ti y no por la competencia.
Con este panorama, la industria educativa tiene más opciones que nunca de llegar a sus potenciales clientes. Pueden segmentar a las personas que le interesan en redes sociales, crear anuncios para atraerlos y darles lo que buscan. Pero para convencerlos de que se decidan por ellos y sus cursos deben darles algo más.
Pero no te interesa solamente captar información, sino atraer leads de la mayor calidad. Eso te asegurará más opciones de trabajar con personas realmente interesadas en lo que ofreces.
La educación debe aportar contenidos a la sociedad, estos deben ser de calidad y el fin último debe ser aportar al estudiante mayores conocimientos. Se busca una diferenciación entre personas por su capacidad y nivel de estudios. Y eso será clave para ganarse un puesto en un mundo laboral cada día más competitivo.
Pero la competencia está fuerte en todos los sectores económicos, y la educación no se escapa de eso. Si unos padres están buscando un colegio para sus hijos o un joven está eligiendo en que universidad estudiará verán muchas opciones. Y seguramente, además del costo de los estudios, tomarán en cuenta la reputación del centro de estudios, la calidad de los docentes y los aportes que la institución educativa haya hecho en investigación, ciencia o innovación.
Por tanto, tus redes sociales, tu blog y tus contenidos tienen que ser una maquinaria perfectamente engrasada que pongan de manifiesto que eres la mejor opción. Debes publicar contenidos relevantes relacionados con la educación.
Pero también debes trabajar duro para poder darles a esas personas indecisas lo que quieren: pruebas de que tu calidad y reputación se sustenta con pruebas. Por eso, entre tus contenidos deben ir cuestiones relacionadas con tus métodos de aprendizaje, las iniciativas de tus estudiantes para mejorar la calidad educativa , los logros de maestros y jóvenes en competencias internacionales de robótica, debate o matemáticas y los resultados en pruebas de conocimientos.
No debes olvidar que es importante que hablen bien de ti, pero si encima lo puedes probar y dejar claro con los contenidos que publicas, mucho mejor. Eso te asegurará convertirte en un referente en tu sector, pero además, atraer leads de personas realmente interesadas en lo que ofreces. Y que cuando lleguen, ya conocerán mucho de ti.
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