Si te encuentras emprendiendo un negocio o quieres aumentar las ventas de tu empresa, hay algo que sin duda debes tener: una página web.
Una página web además de permitirte vender productos en línea en todo momento y en cualquier lado, es una herramienta esencial para dar a conocer a tu empresa y crear fidelidad a través de la creación de contenido.
Si te encuentras realizando este proceso, seguramente te habrás dado cuenta que los pasos para crear tu propio sitio son: primero, evaluar nombres de dominio para tu página web, segundo, comprar este dominio y tercero, tener un hosting para ella.
¿Qué es un hosting o alojamiento web?
¿Y qué es un hosting? A pesar de ser un concepto utilizado por los especialistas en sistemas y que puede parecer íntimidante, es muy fácil de comprender.
Así como una tienda física debe tener un espacio designado para sus productos, una página web debe tener un espacio de alojamiento para el dominio y todo su contenido. Esto es el hosting. Pero este no es su único propósito, también es el encargado de enviar tu página web a las computadoras o móviles de las personas para que la vean.
En resumen podemos decir que el hosting es un servicio de alojamiento en línea que te permite publicar tu sitio o aplicación web en Internet. Al obtener un hosting estás alquilando un espacio en un servidor que almacena todos datos de tu sitio web para que sea funcional.
¿Cómo funciona un hosting web?
Ahora que sabes más del tema seguramente te dio curiosidad cómo es que funciona un servicio de alojamiento web. Así como su definición, también su proceso es muy sencillo.
Pero para entenderlo, te recomendamos que primero revises la siguiente definición de servidor: es una computadora física que funciona ininterrumpidamente para que tu sitio web esté disponible todo el tiempo.
Ahora sí, con este concepto claro podrás entender en un segundo cómo funciona el hosting: tu proveedor de hosting almacena todos tus archivos, medios y bases de datos en el servidor y cada vez que alguien escribe tu nombre de dominio en el navegador, tu servidor transfiere todos los archivos necesarios para atender la solicitud, y ¡voilá!, las personas podrán ver tu página con toda su información en su computadora, tablet o celular.
Ventajas de tener un hosting o alojamiento web:
Claramente sin un hosting, no puede existir una página web. Definitivamente el funcionamiento de tu página es la ventaja más grande de este servicio, pero no es el único. Estos son algunos de los beneficios que te puede ofrecer tu proveedor de hosting:
- Certificados SSL
- Copias de seguridad de tu sitio web
- Hosting para tu correo electrónico
- Constructores web para crear tu sitio con facilidad
- Servicio de atención al cliente 24/7
¿Qué tipos de alojamiento hay y cómo saber cuál es para ti?
Ningún negocio tiene las mismas necesidades; por esta razón, hay distintos tipos de alojamiento.
A continuación presentaremos las características de los tipos de alojamiento más importantes. ¿Y cómo sabrás cuál es para ti? Te recomendamos que al momento de leer la descripción de cada uno tengas en cuenta las siguientes variables: tamaño de tu empresa, cuánto presupuesto puedes invertir y el nivel de conocimiento que tienes sobre alojamientos. Con esto en mente, sabrás de manera muy fácil cuál es el ideal para ti:
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Hosting Compartido:
En este tipo de alojamiento, varios clientes comparten un servidor. Para entenderlo mejor, imagina un viaje en autobús: todos los pasajeros tienen su propio asiento, pero van en el mismo vehículo. Traducido al mundo del hosting, quiere decir que los usuarios comparten la capacidad de almacenamiento, pero el contenido de cada página web es almacenado en una partición individual dentro del espacio disponible del disco.
Esta opción es perfecta para quienes empiezan a crear una página web y para empresas pequeñas pues es la opción más económica de todas. Además, no se debe tener conocimiento técnico porque los proveedores del hosting te brindarán todo el apoyo que necesites.
Entre las ventajas del hosting compartido están: es la opción más económica de todas, no se necesita gran conocimiento de sistemas, tiene un servidor pre-configurado, brinda un panel de control fácil de usar y el mantenimiento del servidor es realizado por el proveedor.
Entre sus desventajas están: poco o ningún control sobre la configuración del servidor y el riesgo de que el aumento de tráfico en otros sitios haga que tu sitio se ralentice.
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Hosting VPS:
Este hosting que se traduce al español como “Servidor Privado Virtual” funciona compartiendo un servidor con otros usuarios. Sin embargo a diferencia del hosting compartido, tu servidor web te asigna una partición completamente separada. Esto significa que obtienes un espacio de servidor exclusivo para ti, así como también una cantidad de recursos y memoria reservada, lo que quiere decir que no te afectarán los aumentos de espacio y de uso de otros clientes.
Algo que debes tomar en cuenta al momento de tener uno de estos tipos de alojamiento es que debes tener un alto conocimiento técnico en gestión y administración de sistemas pues a diferencia de otros tipos no tendrás un panel de control ni tampoco la asistencia de los proveedores del servidor. Así que si quieres sumergirte en el conocimiento de las páginas web esta es una excelente opción, pues aprenderás a manejar tu página de lleno y a pesar de tener un costo más elevado que el hosting compartido, sigue siendo una opción económica.
Entre las ventajas de este servidor se encuentran: espacio de servidor exclusivo, los afectos de tráfico en otros sitios no afectan tu rendimiento, fácilmente escalable y altamente personalizable.
Entre sus desventajas se encuentran: más caro que otros tipos de alojamiento, no es recomendable si no tienes conocimientos técnicos sobre administradores de servidores.
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Alojamiento en la nube (Cloud Hosting):
Como lo indica su nombre, este tipo de hosting tiene alojamiento en la nube. Funciona a través de un grupo de servidores que tu proveedor te brinda, replicando tu contenido en cada uno de estos servidores.
Cuando uno de los servidores en la nube está ocupado o tiene algún problema, tu tráfico se dirige automáticamente a otro servidor. Esto ocurre en poco o ningún tiempo de inactividad, lo cual es excelente si posees un sitio web muy visitado.
Esta opción es la favorita de muchos ya que combina los beneficios del hosting compartido y del hosting VPS. Tienes tu propio espacio como en el VPS, pero también posees un panel de control que hace que su uso sea fácil y cuentas todo el tiempo con la asistencia del proveedor, como el hosting compartido.
Además, obtienes un IP dedicada a tu sitio, lo cuál hace que sea más fácil tener un SEO exitoso. Este tipo de alojamiento es un poco más costoso, pero definitivamente efectivo. Se recomienda para empresas medianamente grandes y grandes.
Entre sus ventajas se encuentran: poco o ningún tiempo de inactividad, las fallas del servidor no afectan tu sitio, asigna los recursos según la demanda, pago sobre la marcha, bastante escalable.
Entre sus desventajas se encuentran: es difícil estimar los costos, no siempre se brinda acceso raíz.
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Hosting con servidor dedicado
Un host web con servidor dedicado significa que tienes tu propio servidor físico dedicado exclusivamente para tu sitio. Literalmente tienes una máquina física dentro de un centro de datos solamente para ti, sin compartirla con nadie. Con este tipo de hosting debes tener un alto conocimiento técnico, incluso más que con un servidor VPS, debido a que recibes la máquina, pero debes configurarla por tu cuenta.
Una de las grandes ventajas es que tienes el mayor nivel de flexibilidad: puedes instalar software, firewall, hacer modificaciones en el panel. Este servidor es el más costoso de todos. Por ello, se recomienda para gente que tenga alto conocimiento técnico y una página web muy potente.
Entre las ventajas de este tipo de hosting se encuentran: control total sobre la configuración del servidor, alta confiabilidad, opciones de seguridad, acceso raíz al servidor. Entre sus desventajas están: alto costo y se requieren conocimientos técnicos sobre servidores elevados.
Recomendaciones para elegir el hosting:
Ahora que has conocido los diferentes tipos de hosting y has tenido en mente las características de tu empresa, seguro sabes cuál es el ideal para ti. ¿Pero qué más deberías de tomar en cuenta al momento de elegir el hosting y el proveedor?
Estas son algunos datos que te ayudarán a tomar la mejor decisión:
- Asegúrate que el hosting tenga calidad para garantizar los recursos, buen rendimiento web y una velocidad de carga decente.
- Se recomienda que esté alojado en el mismo país que el sitio web.
- El hosting te permite obtener de manera rápida soluciones para resolver incidencias repentinas.
- Tiene las medidas de seguridad adecuadas, evitando posibles ataques informáticos.
- El proveedor es una empresa de confianza que tiene alta experiencia en hosting.
Esperamos que con esta información te sea fácil escoger el hosting ideal para tu página web.
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