La información es poder, y en el mundo de las ventas es cada día más importante tener la mayor información de nuestros clientes actuales y potenciales para que nuestros esfuerzos sean efectivos.
El problema es que en la actualidad hay tal cantidad de datos e información, que lo que parece una ventaja puede volverse un problema. Hay dos escenarios posibles. Si tu información está bien organizada podrá darte muchos beneficios, pero de lo contrario podrá convertirse en un caos de letras y números que será difícil manejar.
Por eso en una realidad como la actual es tan importante contar con un CRM (Customer Relationship Management o Gestor de Relaciones con clientes). Esta herramienta permitirá a tu empresa llevar un registro de clientes más organizado, y como consecuencia, la planificación, las ventas y la relación con tus clientes mejorará.
¿Para que sirve un CRM?
El CRM puede ser más complejo o más simple en una estrategia Inbound, pero lo más importante es que esté lo más personalizado posible dependiendo del giro de negocio al que te dedicas. Pero más allá de su complejidad, una de las ventajas que siempre tendrá tu empresa al contar con un CRM es que podrás tener organizada, actualizada y en un solo lugar toda la información de tus clientes (tanto los que ya te compraron, como los que se interesaron por tus productos o servicios en algún momento).
Datos históricos de sus compras o preguntas por productos y servicios, preferencias, información demográfica y de contacto es algo con lo que contarás en todo momento. Esa información será muy útil ya que a la hora de promocionar un producto u otro, podrás segmentar perfectamente a tus clientes para ver que información le envías a cada uno.
Además, conocerás tan bien sus preferencias que hasta sabrás cual es su canal de comunicación favorito. Así podrás elegir si le “atacas” con un mailing, a través de una llamada, o mejor le dejas un mensaje en Facebook o WhatsApp.
Datos en tiempo real
Ya hemos visto todas las ventajas que como empresa puedes tener en la relación con tus clientes, pero a nivel interno también te ayudará mucho para tener un mejor control de tus operaciones.
¿Cuántas personas me han pedido un presupuesto? ¿Cuántas lo han aceptado? ¿Y rechazado? ¿Ya había pedido información antes sobre tus productos? ¿Cuánto he vendido este mes? ¿Qué clientes potenciales son los que de manera más probable se convertirán en ventas?
Esas y muchas más preguntas serán muy fáciles de responder con un CRM, ya que sabrás en todo momento toda la información relativa a cada cliente. Y podrás sacar estadísticas sobre los productos o servicios que mejor funcionan o la cantidad de leads que finalmente se convierten en ventas.
Por tanto, si quieres tener un control total sobre tus operaciones y además mejorar tus interacciones con los clientes, no puedes seguir funcionando sin un CRM.
Una de las peores cosas como empresa es no tener un buen control de tus operaciones y una buena organización. Crecer desordenado puede ser un desastre que pagues en el futuro.
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